La decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el TRIFE, por la que se le quita el tapabocas mediático a Andrés Manuel López Obrador, y de esa manera pueda opinar y pronunciarse sobre asuntos en materia electoral, no fue un acto de caridad por parte de los magistrados. Todo lo contrario.
La decisión tomada en la sesión privada efectuada este miércoles por parte de los integrantes de la Sala Superior tiene una intención más perversa.
Hay que recordar que en su momento el Consejo General del INE dictó medidas cautelares inhibitorias por medio de las cuales todo servidor público, es decir, no nada más el Peje, se abstuviera de realizar manifestaciones cuyo contenido pueda ser de naturaleza electoral.
La disposición de los consejeros del INE apuntaba directamente hacia esa inmensa tribuna mediática que son las mañaneras, donde López Obrador dicta cátedra, tira línea y, en pocas palabras, conduce el destino del país en ese ejercicio en el que a veces se sobreexpone, pero que hasta el momento le ha dado buenos resultados. Guste o no guste, todo mundo habla de lo que el Peje dice en las mañaneras.
Bueno, pues los consejeros electorales trataron de ponerle el cubrebocas mediático al tabasqueño, y los magistrados del TRIFE echaron abajo esa disposición, pero no por amor a la democracia y a la libre expresión, sino porque de esa manera le permitirán a los gobernadores y a otras autoridades locales y municipales abrir la boca e incidir en el ánimo de sus gobernados para orientar el voto.
La estrategia puede favorecer en un primer momento a López Obrador, sin embargo, les permite a sus adversarios políticos hacer campaña desde los medios, y seguramente más de un gobernador o presidente municipal lenguaraz va a aprovechar la sentencia del Tribunal Electoral para tratar de llevar agua a su molino y al de sus respectivos grupos de interés.
De esta manera, lo que la ciudadanía podría contemplar en las siguientes semanas sería una guerra de lodo con tal de lograr el cometido de llenar las urnas y doblegar a los contrincantes.
Y en ese paraje lo que se echarán de menos serán las propuestas de gobierno o de legislación que redunden en beneficios a la población, tan urgentes y necesarias en la actual coyuntura ocasionada por las crisis sanitaria y económica.
Así que agárrense y prepárense para lo peor, porque se viene una andanada de porquería, descalificaciones y estridencias, por la rebatinga que representa la lucha por el poder.
Las 3 de ley… 1- Mientras tanto, en el Congreso del estado comenzó la desbandada de diputados que van en busca del sueño guajiro de la reelección.
2- La primera en dar el paso fue la insípida “perredista” Laura Yamili Flores, quien poco y nada hizo a lo largo de la actual legislatura.
A ella seguirán otras diputadas y diputados que volverán a acordarse de la gente para pedirles el voto, haciéndonos creer que han hecho historia, cuando lo único que han logrado es llenarse los bolsillos y pisotear la investidura que les dio el voto popular. Una vergüenza.
3- Y en el país del hashtag, este miércoles fue tendencia la orquestadísima campaña encarnada por pésimas actrices y actores, que se lanzaron contra el Peje por el caso de la candidatura de Félix Salgado Macedonio. Todo sirve para tundirle a AMLO.